El tercer y cuarto día de Visita Pastoral que realiza Mons. Juan Miguel Castro Rojas en la Parroquia de Santa María de Dota, ha estado marcado por la atención pastoral de fieles en el inicio del fuerte tiempo litúrgico de la Cuaresma.
Este miércoles 14 de febrero, la jornada pastoral del prelado incluyó la celebración eucarística en las comunidades de San Gerardo y Copey, así como las celebraciones de 8:00 am y 6:00 pm en el centro parroquial; allí, el Obispo tuvo ocasión no sólo de imponer la ceniza a los fieles sino también de bendecir ceniza que serviría como signo en otras celebraciones que religiosas o ministros presidieron en diversas filiales.
Esta jornada, sirvió de ocasión propicia para visitar y compartir con diferentes familias de la zona, bendecir sus fincas, productos y emprendimientos; además, el prelado disfrutó de la exuberante naturaleza y de los hermosos paisajes, hasta el colmo de poder alimentar desde su propia mano un privilegiado colibrí.
A nivel pastoral, durante sus homilías, el Obispo recordó que la Cuaresma es “la mejor preparación para vivir la Pascua, porque incluso en los momentos difíciles Dios puede cambiarnos”; y con la lectura del Antiguo Testamento, precisó: “el profeta anunció al pueblo en el nombre de Dios, la necesidad de entrar en un camino de conversión ya que se había alejado de Dios; por tanto, todas las plagas y las situaciones difíciles que vivían eran una invitación para volver la mirada al Señor, siendo necesario amar a Dios, incluso sobre esas situaciones de dificultad”.
Por su parte, este jueves 15 de febrero, el Obispo se trasladó hasta las comunidades de Providencia y La Trinidad, y tras superar la admiración por los caminos, fue recibido por los niños de la filial de Providencia quienes le postraron su aprecio y felicidad por medio de flores.
También es esta oportunidad, Mons. Castro dedicó parte de su agenda para bendecir las familias, responder sus consultas y compartir en fraternidad, motivando sobre todo a retomar la adoración eucarística e involucrarse en la misión, experiencia que tendrán el próximo domingo. Fruto de estas mismas palabras, se inició una jornada eucarística los días jueves de 1:00 pm a 10:00 pm.
Ya para horas de la tarde, el Obispo regresó al centro parroquial para sostener un encuentro con los agentes de evangelización, momento que sirvió para conocer y tener una visión general del servicio pastoral realizado, conociendo testimonios y sacrificios.
Finalmente, con la Palabra de Dios proclamada, el Obispo recordó que “hay dos caminos: el bien y el mal; optar por el bien nos da la sabiduría para que escojamos el bien, debemos recordar la necesidad de poder caminar hacia Dios, hacia el bien. Por eso, el que quiera ser discípulo hay que trabajar, hay que renunciar para poder ser discípulos, hay que perder la vida por el Evangelio para salvarte, que nada sirve ganar esta vida si se pierde la Vida Eterna”.