Este martes 7 de junio, Mons. Juan Miguel Castro Rojas, visitó en el contexto del Año Jubilar de San Isidro Labrador, la comunidad de Ciudad Cortés, con la intención de conocer la realidad y acompañar el caminar de los productores y pobladores.
La primera jornada de trabajo, fue la visita a la Municipalidad de Osa, entidad que atiende seis distritos cuya área geográfica asciende a 1.940 km² entre las comunidades Dominical y Rincón, atendiendo retos como el mantenimiento de los casi mil kilómetros de caminos y el desarrollo económico de una zona que se ha visto golpeada por la pandemia, en sectores como el turismo y la agricultura, así como el tema de la titulación de tierras en la zona de la Península, que limita a los pobladores en trámites ante gestiones bancarias y otros, o los 77% de la zona marítima protegida por el estado mediante el MINAE que impide la explotación de los recursos, según comentó Yanina Chaverri Rosales, alcaldesa interina del municipio. En dicho encuentro, Mons. Castro Rojas recordó que, «el trabajo de las municipalidades es muy importante, porque tiene que ver con todos los pueblos y todos los servicios».
La segunda actividad de la mañana, fue la visita al Barrio Renacimiento, donde se compartió con piangüeros, quienes comentaron que generalmente les pagan a cuatro mil colones las cien unidades de piangua, producto que luego otros comercializan a altos precios, factor que termina afectando sus propios esfuerzos. Por su parte, Doña Rufina Gómez, presidente de la Asociación Mixta de Extracción de Piangua y Pesca, que alberga a unos 49 socios, contó cómo no se ha logrado la unidad de estos pescadores manuales, lo cual provoca que se debiliten los esfuerzos que se realizan en pro de la comercialización de este producto; así mismo, narró las gestiones que se realizan con el deseo de construir un centro de acopio, con el deseo de unificar gestiones y comercializar otros productos como la concha, sumando valor agregado a dicho producto.
Esta actividad comercial la ejercen en la zona de los Manglares del Humedal Térraba-Sierpe, y comentan que para ello deben poseer una licencia especial, que les permite extraer 250 pianguas por día, cuota que no alcanza para cubrir los altos costos de inversión operaria, y mucho menos para poder enfrentar el costo de la vida de sus familias, para lo cual deberían extraer entre 600 y 1000 unidades. Tras escuchar sus clamores y compartir un almuerzo característico de la zona a base de piangua, Mons. Castro animó y valoró los valientes esfuerzos que realizan.
Como tercera actividad del día, el Obispo Diocesano acompañado de los sacerdotes Greivin González Méndez y Jorge Álex Ortiz, párroco y vicario de la Parroquia San Óscar Arnulfo Romero, hicieron un recorrido por el templo de Ciudad Cortés y la estructura general del sitio, donde se pudo constatar los severos daños en la infraestructura y la situación que aqueja la zona, debido a las constantes inundaciones que han hecho que las autoridades respectivas, cataloguen dichos terrenos como una región de riesgo.
Tras una breve visita al embarcadero, Mons. Juan Miguel Castro Rojas tuvo un encuentro con un grupo de vecinos de la comunidad de Ciudad Cortés; estas 17 personas, lideradas por Fernando Jiménez, explicaron al Obispo lo que vivieron ante la noticia del traslado del centro parroquial. Durante su discurso, Jiménez afirmó que esta comunidad tiene mucha historia, convirtiéndose en una comunidad valiente y trabajadora, que en el tiempo ha hecho presencia de la fe en el distrito más grande del cantón.
Entre los elementos que pidió Jiménez, y que pacientemente escuchó el Obispo por más de una hora, destacan: realizar las reuniones y formaciones por sectores, manifestó que les duele el deterioro que sufre la infraestructura actual, pidió la atención de la oficina parroquial en la zona, así como otros horarios de atención para la Eucaristía y demás sacramentos, pidió la celebración de la Confirmación en Cortés, pidió que exista un Consejo Económico distinto al Consejo de Evangelización, además de pedir que se atienda a la juventud potenciando la Pastoral Juvenil por medio de un proyecto recreativo en el terreno frente al templo de Cortés, entre otros.
Así, tras la intervención de algunos de los presentes, Mons. Juan Miguel recordó que tiene 4 meses de estar en esta Diócesis, señaló que ya desde la primera semana visitó la región para saludar y conocer personalmente al Sr Fernando Jiménez, debido a sus constantes mensajes en redes sociales; recordó también a los presentes que, ésta es la Diócesis más grande del país con 10.300 km² y 26 parroquias que atender, “la diócesis tiene casi 700 filiales, y todas tendrían derecho de solicitar lo que ustedes solicitan, y solo hay un obispo», afirmó con toda claridad el prelado.
Y agregó: «estoy para servirles a todos, y dentro de las posibilidades siempre estaré, mi lema es amar y servir; así, a conciencia y con la gracia de Dios le pido la fuerza de hacerlo vida. Hoy, les he escuchado, les agradezco las inquietudes y el amor a la Iglesia; yo voy a conversar con los padres, y créeme que ellos, como responsables de la parroquia, siempre tendrán las mejores intenciones».
No obstante, el prelado Castro, quiso aclarar algunos elementos de inmediato, y puntualizó: «quisiera resaltar, que hay cosas que si se están realizando, pero ustedes no se dan cuenta; por ejemplo: cada vez que hay formación la parroquia les paga el transporte a los agentes cuando van a Uvita; para las confirmaciones, la parroquia le ofreció a los 14 (confirmandos), la posibilidad de pagarles el trasporte a Uvita y; en esta próxima confirmación del 17 de julio, si esas 4 familias no tienen recursos, la parroquia está en la disposición de cubrir el transporte. Si el obispo va a cada filial a confirmar, nunca acabaría”.
«Trabajar con amor y armonía, me gustó mucho esa frase que ahora dijeron, y pienso que eso debemos hacer en toda comunidad, buscarlo en todo momento, y siempre estar dispuesto a servir. Me gustaría venir todas las semanas, pero quiero que ustedes entiendan que son 26 parroquias y, estas actividades, como lo hice en la novena de San Isidro, mi deseo es seguirlas haciendo, visitando campesinos y otros grupos», dijo monseñor Castro.
«Esta comunidad se le ha atendido de la mejor manera, y es la única comunidad en que se celebran 3 misas a la semana en esta parroquia; también, en cuanto a las certificaciones no hay necesidad de ir hasta la oficina, pues desde la pandemia se piden desde la comodidad de la casa, por medio del WhatsApp Parroquial al 8504-7183. Con excepción de trámites matrimoniales que se requieren originales», recordó y puntualizó Mons. Juan Miguel.