El segundo día de visita pastoral en Ciudad Neily se ha desarrollado este jueves 18 de enero en medio de un clima de profunda vida comunitaria y compartir fraterno, teniendo por telón de fondo la hermandad de los pueblos tico-panameños.
La jornada dio inicio con el rezo de laudes al ser las 7:30 am en la Capilla del Convento, para dar paso al compartir del desayuno en medio del acogedor ambiente de la vida religiosa, seguido de la visita a algunas familias para su respectiva bendición.
Posteriormente, la agenda pactaba una visita a Boquete, localidad panameña donde se realiza la distinguida Feria de las Flores, ocasión propicia para la recreación, la fraternidad y el poder conocer por parte de Mons. Juan Miguel Castro Rojas algo de la cultura de esta nación, que tantas vocaciones ha regalado a la Iglesia.
Al respecto, el Padre Nicanor Jiménez Carpintero OSA, párroco de la localidad de Ciudad Neily, compartió con Radio Sinaí 103.9 FM lo que ha significado este segundo día de encuentro. «Hemos querido darle en el marco de la visita algo diferente, lo hemos traído a ver una feria que es muy famosa de la provincia chiricana, la Feria de las Flores y el Café, la jornada de hoy tiene un carácter más lúdico, de relax podríamos decir, sobre todo porque los próximos días serán muy intensos, de mucho recorrido y visita, por eso hemos escogido este día diferente», precisó.
«Él nos ha pedido una visita normal, no de estrés, y por eso así lo hemos enfocado. También, los cuatro frailes que atendemos la parroquia somos panameños, y de esta manera él ha podido conocer de dónde venimos, la cultura nuestra porque, aunque somos tan vecinos siempre hay diferencias en algunas cosas», recordó el sacerdote y fraile.
«Hasta el momento está siendo un encuentro agradable con los grupos, visitas a hogares, encuentro hacia la tónica de mucha cercanía con la gente y eso es lo que la gente agradece. Para nosotros es una visita muy especial y nos pone en perspectiva de aprendizaje, profundizando más el sentido de Iglesia comunión, de ser Iglesia. Para nosotros ha sido una bendición,» dijo Fray Nicanor.