Este domingo 23 de julio, Radio Sinaí acompañó la salida de los romeros que encaminan sus PASOS DE FE hacia la Negrita de los Ángeles en su casa de Cartago; uno de estos peregrinos es Rafael Hernández de El Pavo de San Vito, quien por tercera ocasión participa de la romería, el nos comentó “que hace muchos años tuvo la fe de ir a dar gracias a la Virgen porque en la vida a sufrido con lágrimas y camina pidiendo ayuda para seguir hasta que Dios lo permita”; este romero con más de 70 años, participa en la Trigésima Romería Coto Brus que dio inicio el día de ayer al ser la 1:00 pm con la celebración eucarística.
Roberth Blanco, vecino de Sabalito, y quien forma parte del grupo de asistencia de esta Romería de Coto Brus, recuerda “que su primera vez la hizo por un ofrecimiento, cuando nací por algunas circunstancias los médicos dijeron que no viviría más de 8 días, sin embargo un tío hizo una promesa a la Virgen de los Ángeles para que intercediera por mi salud y a los tres meses tenía peso y tamaño adecuado, por eso a los 17 años participé de la primera romería y fue una experiencia muy fuerte; ahora he querido servir como instrumento para que muchos hermanos puedan participar de este llamado de Dios”.
El Sr. Blanco recordó que su servicio es colaborar en la atención a los peregrinos “a mí me toca curar los pies, ver los pies envueltos en llagas, con vejigas de sangre y curarlos es muy duro, a mí me rompe el corazón”, puntualizó. Partir hacia Cartago “es un sentimiento muy fuerte porque…, que Dios te tome como instrumento para servir a cada uno de esos hermanos no es fácil, dentro de mi pequeñez humana es muy fuerte y emotivo, pero más que eso, es el hecho de saber que Dios nos ama de una forma infinita y que estamos respondiendo cada uno de nosotros al llamado de Jesucristo”, señaló entre lágrimas.
Por su parte, el Pbro. Enrique Ureña, párroco de Fila Guinea y peregrino por octava ocasión, señaló que decidió iniciar esta experiencia porque “quería identificarse con el pueblo Santo de Dios, sentir su dolor y conocer un poco su intención, acompañando espiritualmente a los peregrinos, confesando y celebrando la misa”, además de las propias intenciones que como romero lleva a los pies de la Madre cada año.
Señaló con firmeza que sólo la fe sostiene en el camino, al tiempo que recordó que se cumplirán 6 años de su experiencia más fuerte “cuando mi papá falleció, yo iba llegando a Nivel cuando me avisaron, esa romería me marcó, la interrumpí ese día, vine celebré el funeral y después de la misa de cuerpo presente, me devolví, le dije a papi: papi ya usted recorrió su camino, a mí me falta todavía; fue doloroso, pero el grupo se solidarizó y uno nunca está solo”.
EL Pbro. Ureña recordó finalmente “que María es mi madre e intercesora, es la madre mía, de la Iglesia y del mundo”; al tiempo que señaló que la romería le “ayuda a sensibilizarse ante el dolor y necesidades de los hermanos y a ser más fervoroso”.