Como ya se ha hecho costumbre, en el contexto de las fiestas patronales en honor a San Isidro Labrador, los sacerdotes de la Diócesis de San Isidro se han dado cita en el Estadio Municipal de Pérez Zeledón para el tradicional partido.
La fuerte lluvia que acompañó todo el cotejo, no fue impedimento para que los aficionados al buen fútbol se hicieran presente en el coloso de los generaleños; y con el sonido amplificado de la transmisión por Radio Sinaí 103.9 FM, los presentes vivieron minuto a minuto el intenso compromiso que se disputó con agallas y pundonor.
La comisión organizadora de las Fiestas Patronales 2017, tuvieron a bien dedicar este encuentro al querido Padre Alexis Madrigal Ramírez, quien fuera por muchos años párroco de esta parroquia y vicario general de la diócesis; con la presencia de ambos equipos, el Padre Madrigal se dirigió al centro del campo para el saque de honor, mientras el Padre Elí Quirós recordó por el sonido ambiente que esta actividad se debe a la buena idea que tuvo un día este querido sacerdote, el cual se destacó también durante su época por sus buenos dotes de portero.
Con el pitazo del árbitro, dio inicio el compromiso que estuvo cargado de 90 minutos de emoción y tensión, grandes alegrías y muchas esperanzas, sufrimientos y desilusiones…; mientras los actores disputan cada balón con clase y tenacidad, en las graderías los niños aplaudían, los jóvenes tenían sus miradas fijas en la gramilla, y los adultos más apasionados hacían de DT con sus gritos que intentaban reordenar los planteamientos tácticos…, sin faltar uno que otro que parecía orar al Todopoderoso para que acompañara la causa y hasta alguna palabra no muy adecuada se dejó escuchar entre la intensa pasión desatada.
Los sacerdotes, con su uniforme negro que dejaba ver en un color oro la silueta de una estola sobre sus hombres, enfrentaban la temida y respetada escuadra Master de la Selección Nacional de Costa Rica; pero, ni el nombre de la escuadra, ni las figuras mundialistas de Italia 90 como Claudio Jara o Roger Flores, provocaron temor entre los valientes elegidos de Dios que jugaron como los grandes. A tal punto, que la primera parte terminó con un 1 a 0 a favor de los foráneos, marcador que no reflejaba la realidad expuesta en la grama natural de San Isidro; ya en la segunda parte y por medio de un cobro de tiro libre del Padre Piedra, los sacerdotes lograron el esperado y justo empate, gol que fue ovacionado a más no poder por la fiel hinchada que en las graderías quería mostrar su cariño y admiración por una presea que en nada debe envidiar las grandes anotaciones del lío Messi o del CR7.
Ya con el empate, y cuando todos esperaban la remontada, la parte física traicionó la escuadra local y en pocos minutos terminó cayendo 4 a 1, marcador que en honor a la verdad no reflejó el excelente trabajo de los consagrados de Dios. Y si hay que hablar de excelente trabajo, la historia del fútbol no podrá olvidar en sus páginas la extraordinaria labor del cancerbero de los sacerdotes, el Padre Emiliano Gamboa defendió la cabaña local con prestancia y solvencia, disparos a quema ropa, tiros a larga distancia, rebotes y cabezazos desde la misma área fueron repelados una y otra vez durante todo el encuentro; en los goles anotados no tuvo nada que hacer, razón por la cual se puede decir que su actuación fue impecable, al punto que el médico de los foráneos solicitó prueba doping ante la extraordinaria y celestial actuación del portero. Si esta noche, el Padre Piedra no tiene que envidiar nada de los exponentes del futbol mundial, podemos decir que el Padre Gamboa hizo alarde con su apellido las mejores actuaciones del conocido y apreciado Keylor Navas Gamboa del Real Madrid.
Finalmente, queremos compartir con todos ustedes, las palabras de quien sin duda fue la figura del partido, el Padre Emiliano Gamboa, párroco de Ciudad Cortés, relató así su perspectiva del encuentro: “fue una experiencia muy bonita, se jugó y nos divertimos bastante, creo que la gente también disfrutó; hoy tuve un poco de suerte, dicen que si un portero no tiene suerte no es buen portero, cierto que hice algunas tapadillas pero relativamente fue por el equipo, no para lucirme sino para que el equipo saliera bien…; hay mucha alegría y gozo por poder volvernos a encontrar como clero en estos partidos, lástima que prácticamente sea solo una vez al año…; agradecemos al Dios Todopoderoso y a la Virgen de los Ángeles por permitirnos jugar este partido, que todo saliera bien y con lo cual se engrandece a Pérez Zeledón”, precisó.