Durante la jornada de este martes 22 de noviembre, los obispos han reflexionado sobre la realidad de la familia iluminados por la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, con el deseo de dar respuesta pastorales a los retos actuales de nuestro mundo y continuar prolongando la misericordia del Padre.
Durante la conferencia de prensa brindada en horas de la tarde, Mons. Rubén González, obispo de la Diócesis de Ponce en Puerto Rico, señala que “la experiencia de vivir el amor en familia es un santuario, donde Jesucristo es el centro”; esta conciencia de santuario es lo que hace al Papa llamar “a descubrir la belleza y la riqueza del matrimonio, y a pesar de las debilidades tener la conciencia que el Señor ayuda”, porque “no es excluye sino se incluye, no se trata de restar sino de sumar, no de dividir sino de multiplicar”, indicó.
Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, obispo de Panamá recordó que “hay que tomar conciencia de lo que el obispo es, como pastor y menos administrador”, con la grave responsabilidad que este pastoreo “no es solo para las familias que están a nuestro alrededor sino que debemos salir a otros sectores donde ni siquiera lo imaginan y decirles que la Iglesia está contigo”.
Sobre el tema de la preparación y formación a las parejas que se acercarán al Sacramento del Matrimonio, el obispo de Panamá indicó que “es un gran reto, yo hablo mejor de prevenir que curar, ante tantas familias que están heridas, como Iglesia tenemos la gran responsabilidad entre todos de ayudar a tomar con mayor seriedad la preparación remota e inmediata, tenemos que ser más serios por amor a la gente, para después no tener que estar sanando tantas heridas que por no discernir bien se han dado situaciones difíciles, la gente tiene que ir consciente al paso, para que su amor sea sacramento y signo del amor de Dios”, precisó.
Mons. José Francisco Ulloa obispo de la Diócesis de Cartago en Costa Rica, precisó que “el papa Francisco nos ha dado toda una novedad en la Pastoral Familiar, pone como centro de la pastoral a la familia como eje transversal, y nosotros acá en Centroamérica estamos haciendo esfuerzos para poner en práctica este documento tan hermoso”.
Al abordar el tema de la educación sexual, el obispo de Cartago dijo que “la sexualidad es presentada no en forma negativa sino como realización del amor; lástima que hoy hay muchas corrientes que están tergiversando el sentido de la sexualidad humana”; ante esta realidad que se constata “la iglesia tiene que darle este sentido positivo como don de Dios”. Pero hizo un llamado a ver el proceso integralmente pues “la formación para el matrimonio debe comenzar ciertamente en la familia misma con los hijos adolescentes, con la vivencia de los padres, es ahí donde se aprende amar y a sentirse amado”
Finalmente; Mons. Rubén indica que “la alegría es fundamental, pero para tener alegría Jesucristo debe estar en el centro; pido que la alegría del Señor sea su fortaleza”; Mons. Ulloa Mendieta por su parte dejó un sentido mensaje: “a las familias que han tenido la dicha de ir viviendo el proyecto de Dios que ellas anuncien a todos su experiencia y a los que han roto no se sientan solos y abandonados, la Iglesia camina a vuestro lado, nos comprometemos a mirarlos en la realidad que viven, a mirarlos con amor misericordioso, no es el momento de juzgar sino de sanar las heridas que la vida ha podido realizar”.