Geisy Monge Godínez labora desde hace ya tres décadas entre los adultos mayor de nuestro querido Hogar de Ancianos Mons. Delfín Quesada Castro, ubicado en Barrio Lourdes de Pérez Zeledón. Esta humilde y servicial generaleña, cuyas raíces campesinas sembró en San Lorenzo de Pérez Zeledón, llegó a esta institución quizá con muchos temores (como ella misma nos lo contará más adelante); pero llegó ya preparada por Dios quien, para tiempos de su secundaria, le había permitido compartir con sus propios abuelos, quizá ya preparando un corazón para la misión que primero inició como secretaria y, que hoy la tiene, como administradora de este querido Hogar.
Al referirnos a su trabajo, Geisy no duda en precisar que entiende esta oportunidad como don de Dios; y en entrevista a Radio Sinaí 103.9 FM, precisó: “Dios me ha regalado una experiencia maravillosa, al permitirme trabajar para estos señores que necesitan de la protección y del amparo de personas como nosotros los trabajadores, que estamos al servicio de ellos. Y digo que necesitan, porque tal vez son personas que no tienen una familia, no tienen un lugar seguro donde ellos puedan llegar, o donde puedan pasar sus últimos años de vida”.
En estos años de servicio y vocación, ha tenido que superar miedos y retos; según nos comentó, uno de ellos, era sin duda el temor a la muerte, temía el ver un ataúd, y cataloga aquella experiencia como “algo muy terrible”; pero, también recuerda cómo Dios le ha ido permitiendo crecer, madurar y aprender de la experiencia, comprender que si bien es cierto la tarea no es fácil, se viven momentos muy hermosos, y “se aprende a llevar también, ese paso de la muerte”; pero además, se aprende a enamorarse del servicio y de la entrega por el cuidado de los adultos mayores.
Con ocasión del Día Internacional de la Mujer, esta humilde y fiel administradora, precisó que “el trabajo de la mujer dentro de esta misión que nosotros tenemos…, es muy maternal; el trabajo en el Hogar (Hogar de Ancianos Mons. Delfín Quesada Castro) yo siempre lo he visto como de casa, es un trabajo diferente, hay que cuidar esas personas que tenemos, velar para hacer que la casa esté agradable; por ejemplo, cuando uno llega a la casa de uno, que esté bonita, que me sienta acogido, que sea un lugar acogedor; entonces, así a nosotros nos gusta encontrarnos el lugar, para que los señores que habitan aquí se sientan protegidos, que sientan ganas de vivir dentro de la institución, que ellos se sientan con confianza. Yo siento, entonces, que la misión de la mujer dentro del Hogar, es de ese cuidado maternal”, argumentó.
Así, la vida de Geisy que va más allá de su puesto administrativo o de un salario; quienes la conocemos, sabemos de su pasión, dedicación y entrega por quienes se han convertido en su vida, desvelo y preocupación constante: los adultos mayores. Para ella, “los adultos mayores son personas que tenemos que valorar, que debemos de respetar; debemos saber que ellos tienen sus sentimientos, son personas como nosotros que nada más nos aventajan en la edad, pero son personas de gran sabiduría, de muchos de ellos aprendemos grandes cosas y muchas enseñanzas; entonces, escuchándolos aprendemos de ellos”, afirmó convencida de sus principios y sus palabras.
Finalmente, desde su ambiente de servicio, y con ocasión de este su día, nos quiso compartir un mensaje, deseando a todas las mujeres “que pasen un día en unión con su familia, que siempre tengan como modelo a nuestra Virgen Santísima, esa gran mujer sencilla, que nosotras siempre la veamos como nuestra intercesora ante todas nuestras dificultades […] Y ante los adultos mayores, que los cuiden y respeten, que los valoren; y aunque sean mayores, les permitan realizar las actividades de la vida diaria. Son parte importante de nuestra familia”, puntualizó.