La semana del 21 al 24 de febrero, los Obispos de Costa Rica estuvieron reunidos en la 123° Asamblea Ordinaria de la CECOR, y que significó la primera reunión en donde participó Mons. Juan Miguel Castro Rojas como obispo diocesano de San Isidro y, por tanto, miembro de la Conferencia Episcopal.
El día lunes, tras la bienvenida a cargo de Mons. José Manuel Garita Herrera, Obispo de Ciudad Quesada y Presidente de la CECOR, luego de recibir al R. P. Laurentiu Dancuta, Encargado de Negocios Nunciatura Apostólica en Costa Rica, se tuvo la reflexión sobre: El servicio de la autoridad en el marco de una Iglesia Sinodal a cargo del Pbro. Eduardo Ramírez Ruiz, quien recordó que “la sinodalidad hunde sus raíces en la esencia de la Iglesia, pues es una dimensión constitutiva”, señala la nota de prensa de la CECOR. El Padre Ramírez, hizo énfasis en que, para lograrlo “es indispensable el diálogo, la apertura, el encuentro y el caminar juntos desde el misterio de la comunión. Esta es la actitud sinodal que debe ser expresión de la vida de la Iglesia”.
Por su parte, el obispo Garita Herrera, recalcó las palabras del Papa Francisco, quien señaló a los obispos que, “estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro. No en organizar eventos o en hacer una reflexión teórica de los problemas, sino, ante todo, en tomarnos tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotros”. Tarea que ahora ha de realizarse en el contexto de una pandemia, donde hay que seguir cuidando la salud; así, durante su discurso, tocó temas como: “propiciar el encuentro personal con Jesucristo encarnado en la realidad del continente; escuchar el clamor de los pobres, excluidos y descartados; promover y defender la dignidad de la vida y de la persona humana desde su concepción hasta la muerte natural; y renovar, a la luz de la Palabra de Dios y el Vaticano II, nuestro concepto y experiencia de Iglesia Pueblo de Dios, en comunión con la riqueza de su ministerialidad, que evite el clericalismo y favorezca la conversión pastoral”, señala la nota de prensa.
Parte de la agenda de esta Asamblea Ordinaria, fue recibir a los candidatos presidenciales, quienes solicitaron un espacio de diálogo con los señores obispos; el día lunes tocó el turno al candidato del Partido Liberación Nacional, José María Figueres Olsen quien expresó “interés por trabajar en conjunto en proyectos sociales, mantener una alianza que opere desde Casa Presidencial y mantener una buena relación. El candidato mencionó interés en un eventual Gobierno de tomar en cuenta a la Iglesia con respecto a una política de estado en el campo de la educación”, indica la nota de prensa. Por su parte, el día martes, recibieron al candidato del Partido Progreso Social Democrático, Rodrigo Chaves Robles, quien “explicó a los Obispos la situación económica mundial y las repercusiones que esto tiene para nuestro país, además externó su preocupación por temas importantes que son de interés para la Iglesia como la pobreza, el narcotráfico, la delincuencia y el desempleo. Se comprometió en un eventual gobierno contra la corrupción, a respetar la democracia y la libertad religiosa y además, dijo que habrá una relación cercana y de colaboración con la Iglesia especialmente en los temas sociales pues eso tiene una importancia fundamental”, se lee en la nota de prensa.
El día martes se complementó el trabajo con una reflexión profunda sobre el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, donde hay 144 seminaristas, quienes de forma presencial continúan su proceso de discernimiento en las dos sedes, la ubicada en Paso Ancho y la que está en La Garita de Alajuela. Así mismo, por la tarde, se trabajó con la Comisión Nacional de Catequesis, donde se trataron temas sobre catequesis y administración de los sacramentos. El día miércoles, los obispos sesionaron en la Universidad Católica.
Así, tras cuatro días de encuentro, los Obispos compartieron este jueves 24 de febrero, el mensaje final de la Asamblea Ordinaria, en el que claramente señalan: “queremos dar un mensaje de aliento y enfocarnos en tres verbos que el Papa Francisco señaló el 10 de octubre de 2021, en la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad. Este proceso y asamblea sinodal propuesto por el Papa lleva el tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Así también queremos que nuestra sociedad camine en comunión, con la participación de todos, buscando el bien común”.
Con voz profética continúan, “la coyuntura actual de Costa Rica muestra crecientes cifras de pobreza, pobreza extrema y desempleo; son muchos hermanos nuestros excluidos, ya es hora de encontrarnos todos, no hay espacio para dilaciones. Se requieren decisiones valientes, muchas de las cuales deberán tomar los nuevos gobernantes iniciando no más su gestión en mayo próximo, para superar cifras vergonzosas que no pueden seguir dándose en nuestro país. Es la hora de un cambio efectivo que permita el encuentro requerido entre todos, que venza la profunda brecha social, que dolorosamente nos coloca como uno de los países más desiguales del continente”.
Más adelante en el documento, refieren a la necesidad de escucha real de la misma realidad que nos rodea, citando el alto índice de abstencionismo que vivió el país en las pasadas elecciones y otras situaciones que nos aquejan; “esta crisis de representación también recibe señales claras de alerta cuando un 40% de personas se abstienen de ir a votar. Escuchar se vuelve imprescindible para entender a los ciudadanos. Costa Rica necesita caminar y reforzar el Estado Social de Derecho, avanzar con el fin de que la «paz social» no se reduzca solo al ámbito de un discurso. Es necesario que la paz social se viva de manera real y fehaciente, atacando de frente la corrupción que ha afectado a nuestra sociedad y la ha sumido en el escepticismo y la desconfianza. Las autoridades deben poner atención, pues Costa Rica exige justicia pronta y cumplida ante tantos escándalos de los cuales dan cuenta los medios de comunicación”.
Los obispos, en su documento, recuerdan que estamos llamados a “hacer la voluntad de Dios […] Esta vivencia de una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión es una invitación a escuchar la Palabra de Dios, a encontrarnos con Él, para discernir qué quiere de cada uno de nosotros, no solo en nuestra vida de Iglesia, sino en nuestras acciones y responsabilidades en donde nos corresponde vivir. A los católicos y creyentes en general, el mandato del Señor es claro: «Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres» (Mateo 5, 13)”.
Y finalizan, uniéndose “al clamor del Papa Francisco que nos llama a una Jornada de Oración y Ayuno por la Paz en Ucrania, el próximo miércoles 2 de marzo. ¡Oramos por un alto a toda forma de guerra! Pidamos al Señor que guíe y proteja a la humanidad”, indicaron.