La semana que inició el lunes 21 de febrero, significó para Mons. Juan Miguel Castro Rojas la oportunidad de participar por primera vez en la Asamblea Ordinaria de la CECOR, que concluyó el día 24 con el mensaje habitual, para esta ocasión los señores obispos nos dijeron que estamos llamados a “hacer la voluntad de Dios […] Esta vivencia de una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión es una invitación a escuchar la Palabra de Dios, a encontrarnos con Él, para discernir qué quiere de cada uno de nosotros, no solo en nuestra vida de Iglesia, sino en nuestras acciones y responsabilidades en donde nos corresponde vivir. A los católicos y creyentes en general, el mandato del Señor es claro: «Ustedes son la sal de la tierra”.
El mismo jueves 24 de febrero en horas de la noche, Mons. Juan Miguel presidió la Eucaristía de apertura del Congreso Nacional Misionero, en la homilía de dicha celebración realizada en el Seminario Nacional, el obispo cuestionó: “¿qué espera el Señor de su Iglesia en este momento difícil? que transmita esperanza, la esperanza que ha vencido a la muerte, la esperanza de la vida cristiana. Esto es lo propio de la Iglesia, para esto estamos, para llevar la alegría del Evangelio”. De tal manera, que la misión a la que seremos enviados, debe ser “expresión de esperanza y respuesta a la situación vivida también en medio de la Pandemia, que nos renueve, nos reanime e impulse a encontrar nuevas fuerzas en Jesús de Nazareth”.
El viernes 25 de febrero, Mons. Castro visitó a las Hermanas Inmaculatinas, quienes prestan su servicio pastoral en la Parroquia Nuestra Señora de la Cueva Santa, y donde tuvo la oportunidad de reunirse con la Hna. Marisol Zea Pérez Delegada Provincial y la Hna. Margarita Ríos Arteaga. “El encuentro, consistió de un desayuno fraterno, donde el obispo expresó la alegría de tener las religiosas al servicio de la Diócesis en la parroquia de Santa María”, precisó el Padre Juan Carlos Quirós González, párroco de la localidad. Por su parte, las religiosas agradecieron la fraternidad con que se intenta vivir la experiencia pastoral, y según contó el párroco, obsequiaron un presente traído de Lourdes, pidiendo a la Virgen, cuide el ministerio episcopal del nuevo obispo.
El sábado 26 de febrero, la Parroquia Inmaculada Concepción en Rivas, recibió la visita de Mons. Juan Miguel, momento que aprovechó para sostener un dialogo fraterno con el Pbro. Johnny Alexander Leiva Gamboa, párroco de dicha comunidad; posteriormente, celebró la Eucaristía al ser las 6:00 pm en el centro parroquial, donde se presentó oficialmente a esta comunidad y comentó que está realizando una serie de visitas para conocer y tener así un primer acercamiento con la realidad local. Luego, compartieron la cena con el Consejo de Evangelización Parroquial, e intercambiaron impresiones generales.
Este domingo 27 de febrero, Mons. Juan Miguel en su primera jornada, visitó la Parroquia San Juan Pablo II en Palmar Norte. El Padre Gerardo Fernández Hernández, párroco de la localidad, señaló que “fue una experiencia maravillosa el poder compartir con él la Eucaristía, nos dio un mensaje de esperanza y alegría al recordarnos que los cristianos no debemos desanimarnos en el camino de la fe, porque son más las cosas buenas que tenemos que las menos buenas». Luego de la Eucaristía, el obispo pasó al salón parroquial, donde visitó a unos migrantes, especialmente venezolanos, que están albergados desde hace 8 días; ahí, monseñor los bendijo y les dio unas palabras de esperanza en este difícil camino que están viviendo hacia Estados Unidos. Posteriormente, el Obispo visitó a las religiosas Bethlemitas en Palmar Sur, donde agradeció el trabajo que están realizando y les invitó a seguir adelante con el programa evangelizador. El encuentro, terminó con un almuerzo.
Por la tarde y noche de este domingo, Mons. Juan Miguel Castro Rojas visitó la Parroquia San Óscar Arnulfo Romero en Uvita; según comentó el Padre Greivin González Méndez, cura párroco, «en la Eucaristía estuvieron presentes representantes de las distintas filiales que integran la parroquia, agentes de evangelización representantes de los distintos grupos apostólicos, y los miembros de los consejos de evangelización y económico de la parroquia». Según comentó González, «fue una experiencia bonita poder compartir con monseñor, ver su cercanía, humildad y sencillez ha sido una experiencia muy bonita para mí como sacerdote; sentir ese calor humano y cercanía del pastor que quiere estar con nosotros, sentí el calor de un padre que quiere acompañar en el proceso de evangelización de la parroquia, y eso es muy importante», precisó.