Este domingo V de Cuaresma, fue el escenario litúrgico para el cierre de la Visita Pastoral que Mons. Juan Miguel Castro Rojas, Obispo de San Isidro, realizó en la Parroquia de Potrero Grande desde el pasado lunes 11 de marzo. La última jornada estuvo marcada por una breve agenda que incluyó la celebración eucarística y un compartir con los niños.
Durante la homilía, Mons. Castro, refiriéndose a Jesús y su Palabra, dijo: su muerte nos da vida, su muerte nos da resurrección, su muerte nos da nos viene a abrir las puertas del cielo, nos viene a dar lo mejor que necesitamos. Y de seguido nos dice: “El que se ama a sí mismo se pierde, pero el que se gasta, el que renuncia a todo en esta vida, el que muere a todo en esta vida ganará la otra vida para siempre. A eso estamos llamados”, precisó el prelado.
Durante la misa, el Obispo tuvo un cálido mensaje de gratitud para los sacerdotes y laicos de la parroquia. “queridos Padre Jorge Alex y Padre José Manuel, estoy finalizando toda una semana […] les invito y animo a seguir adelante, ellos se están esforzando por dar lo mejor, Dios los bendiga mucho. Los quiero mucho a todos los sacerdotes. Yo he venido a eso, a amar, a servir, no he venido a condenar a nadie, siempre estaré para servirles y escucharles, para acompañarles.
Refiriéndose a la comunidad, dijo: “y qué decir de ustedes, qué gente más maravillosa son ustedes, que gente más linda son, se los digo de todo corazón. Cómo no disfrutar uno de lugares así con gente sencilla, humilde y generosa como son ustedes, gente trabajadora, gente honesta, gente recta, gente fiel, cómo no gustar de un lugar tan hermoso como esta parroquia”.
“He tenido la oportunidad de visitar los diferentes sectores, las diferentes comunidades de esta querida comunidad parroquial, yo he visto la grandeza de su gente, he visto la grandeza como Dios les ama a ustedes queridos hermanos y yo quisiera invitarles para que cada día siguen adelante para que no se desanimen para que sean una comunidad parroquial llena de fe. Sigan adelante, no se desanimen ante nada, porque hay situaciones de muchas adversidades, pero por favor no se desanimen, sigan adelante”, comentó Mons. Castro.
Y resaltó, lo que, a su juicio, es una actividad importantísima para la vida parroquial: “he visto una comunidad parroquial que adora a Jesús Eucaristía, y eso me encanta muchísimo, porque desde muy joven he sido adorador eucarístico, y quiero motivarlos aún más, a los que no son adoradores eucarísticos aquí en El Centro, que aquí está Jesús Eucaristía. Y en cada una de las comunidades ahí en la capilla está Jesús. No dudo que una comunidad parroquial que adora a Jesús será una comunidad parroquial que siempre estará protegida por Jesús, será una comunidad parroquial que siempre estará bendecida por Jesús, será una comunidad parroquial que siempre ante la adversidad van a poder seguir adelante”.
Sigan siendo adoradores eucarísticos, sigan amando a Jesús, y sigan amando a María, sigan adelante y trabajen en sus comunidades, sirvan en sus comunidades, todos los dones que tienen ustedes son para ponerlos al servicio de los demás, no es para dejarlos dentro de ustedes, es para ponerlos al servicio de los demás; Y si tenemos Vida pues es para gastarnos y desgastarnos, y trabajar por el Reino de Dios. Todos juntos, sacerdotes y comunidad debemos trabajar por el Reino de Dios, no nos podemos cruzar de brazos ante situaciones oscuras, situaciones de muerte, situaciones de adversidad que hay a nuestro alrededor; todo lo contario, debemos de desechar de nuestras comunidades lo malo, lo que vine a ocasionar daño, debemos desecharlo y que sean familias cada día más unidas y llenas del amor de Jesús y María”, sentenció el prelado.
La actividad del domingo se complementó con el compartir para los niños; así, en un ambiente de fiesta y alegría se tuvieron piñatas, alegría y sana distracción, acompañado de un espacio de diálogo entre el Obispo y los niños.