El día de ayer, el personal de Radio Sinaí tuvo una visita que llena el alma y alegra el corazón…; como todos los días, cada uno de los colaboradores de planta de Radio Sinaí iniciaron sus labores con tanto amor y entrega, a sabiendas que su trabajo es para glorificar a Dios y para servir a la Iglesia…, realidad que constatamos cuando antes y después de las labores cotidianas, de rodillas ante Jesús Sacramentado ponemos nuestras acciones…
La entrega sacrificada por llevar el Evangelio durante cada minuto, los miles de esfuerzos que se hacen cada día para que la economía alcance, máxime cuando la emisora no es comercial sino evangelizadora, las constantes luchas por intentar servir llevando la noticia actualizada y el alegre programa que haga sentir al oyente parte de la familia Sinaí, implicarán siempre un constante desvelo por gastar la vida en cada minuto… y una plena confianza en Dios que es el único que da fortaleza.
Sin embargo, también sabemos que no siempre se logra el cometido, y nunca faltará uno que otro, que haga llegar algún comentario negativo que desmotiva, con palabras que simplemente apartadas de la realidad, por el poco conocimiento de lo que es una emisora, no comprende los esfuerzos realizados… Es precisamente en este ambiente, donde la visita de ayer nos conmovió a todos, al ser las 2:20 pm llegó a la cabina de Radio Sinaí 103.9 FM Mary Paz Mena, quien acompañada de sus padres y procedente de Calle Mora Arriba de Río Nuevo en Pérez Zeledón, transformó el día.
Esta niña de 5 años que lleva en su cuerpo con tanta alegría el dolor y la enfermedad, mientras dibujaba una dulce sonrisa en su rostro, fue nombrando a cada uno de los colaboradores de la radio, y en el espacio de Tony Méndez saludó al aire, haciendo reaccionar de gozo a nuestro productor, al escuchar que en su programa esta niña cumplía con su sueño de conocer la cabina de transmisión de la emisora que siempre le acompaña y tanto ama. Al ser las 3:00 pm su voz tranquila cautivó a todos con el fluido y ferviente rezo de la Coronilla, que se volvía en claro testimonio de confianza en Dios.
Mary Paz, al compartir un café con el personal de la radio, dijo de memoria y con alegría la programación de nuestra emisora, señalando claramente los programas de evangelización y de cultura con tanto atino que a todos nos impactó; y así, encontramos en la inocencia de esta niña, el apoyo que como personal necesitábamos, pues una fiel oyente nos recordaba a quién verdaderamente nos debemos, por quien nos entregamos cada día y fue ahí donde Dios nos hacía ver que los sacrificios que se realicen tienen sentido y valen la pena…
Ser compañía para aquella niña, nos hacía pensar en tantas otras personas que sí conocen la radio y que cada semana esperan con tantas ansias la Eucaristía o los espacios de adoración eucarística, y que todos los días sintonizan la oración, el evangelio y la formación… Mary Paz nos hizo contagiar de su sonrisa, y con grandes abrazos se despidió esperando pronto volver a la que también será su casa: Radio Sinaí 103.9 FM.