Como todos los años, en plena carretera y en medio del silencio de los pasos de cientos de romeros, se guardan verdaderos testimonio de fe y confianza; es así, como un equipo de Radio Sinaí 103.9 FM se desplazó con el fin de conocer la historia de Sebastián Solís Gómez, un niño de 13 años que salió desde Río Claro el pasado 22 de julio y quien camina hacia el Santuario de la Virgen de los Ángeles con el propósito de agradecer y pedir.
Este niño “de gran estatura”, como él mismo se define, peregrina acompañado de su tía Floribeth quien con sus 49 años inició por sétima vez esta travesía desde la comunidad de Tinoco, ya no con la intensión que le movió en la primera peregrinación que fue pedir por su comunidad de Finca 6-11, sino ahora confiada que la Virgen intercederá en favor de su sobrino, con la confianza de que “en esta nueva operación todo saldrá bien”, según nos señaló con mirada llena de paz a su paso por el refugio en Pérez Zeledón.
La misma Floribeth nos comentó que fue su sobrino quien un día le dijo: “¿tía usted puede llevarme a la romería?…, es por eso que venimos a dar gracias, porque él me decía que quería agradecerle a la Virgen, ya que a pesar de todo lo que ha vivido no se compara con lo que viven otras personas”, precisó.
El mismo Sebastián nos confirmó aquellas palabras, y a nuestro compañero Jordan Loaiza le compartió sus más internas motivaciones para emprendes esta larga travesía de 10 días de camino, “pedir a la virgencita que me ayude, pues en este 2018 tendrán que hacerme una operación en el cielo de la boca, donde tendrán que colocarme un hueso que sacarán de la costilla, le pido que me de fuerza, y le agradezco porque a través de estos años ella me ha ayudado en cada operación”, indicó con espíritu fortalecido a pesar del cansancio y del dolor producto de los miles de pasos ya dados.
Este joven vecino de Palmar Sur, quien está pronto a terminar la escuela y sufre de Labio Paladar Hendido, sueña con seguir pronto sus estudios en el colegio y llegar a graduarse un día como criminólogo; sabe que igual que su camino a Cartago tampoco sus sueños de profesión son fácil de conseguir, por eso confía en Dios y desde ya habla de la necesidad de proyectar la vida, hacer ahorros y tener la mirada fija en la meta.
Nos contó que de esta peregrinación “lo más difícil es subir el cerro, y lo más fácil es nada, porque lo más fácil será llegar y descansar; sin embargo, es una experiencia muy bonita, es bonito el poder caminar, pero lo más bonito es el propósito que uno lleva”. Por eso, no dudó en enviar un mensaje a todos, “motivo a todos, en la vida tenemos que apoyarnos para que no se sienta tanto el dolor, quiero transmitir felicidad a todos, porque aunque duela se continúa el camino, porque para el dolor del caminar se reza el rosario”, manifestó con un rostro lleno de esperanza.