La mañana de este sábado 17 de junio, Michael Ricardo Varela Quesada fue ordenado diácono por la imposición de manos de Mons. Juan Miguel Castro Rojas, en la Iglesia Catedral de nuestra Diócesis de San Isidro.
El nuevo clérigo de la diócesis, nació el 10 de mayo de 1991 en San Isidro, es hijo de Freddy Varela Chavarría y Matilde Quesada Navarro, fue bautizado en Pejibaye el 17 de febrero de 1993, y realizó sus estudios primarios en la Escuela San Gerardo de Platanares de 1997 al 2003, la secundaria la cursó en el Colegio Técnico Profesional de Pejibaye durante el 2004 y en el Colegio Técnico Profesional de Platanares del 2005 al 2010, posteriormente realizó estudios de Inglés en la Universidad Nacional, para luego iniciar su discernimiento vocacional en el Centro Vocacional de la Casa Santa María durante los años 2013 al 2014, ingresando al Seminario Nacional en el año 2015.
Durante la homilía de la Eucaristía, Mons. Juan Miguel dijo: “nos encontramos aquí para vivir una experiencia de fe, de esperanza y amor. Una experiencia de fe porque a través de los signos y las palabras aceptamos la experiencia de Dios y el llamado a servirle según nuestros carismas, dones y ministerios. Una experiencia de esperanza por cuanto, en la persona de cada uno de nosotros, el Señor ha confiado su Espíritu para servir a los demás y una experiencia de amor al entregarle a Él lo que somos y tenemos para la construcción de su Reino y la propagación de su palabra: la Buena Noticia”.
Dirigiéndose al ordenando, el prelado precisó lo que es la vocación, razón por la cual, precisó: “llamado de entre los campos, las montañas y los ríos para servir al Señor, como padres solícitos y hoy como diácono al servicio de sus hermanos, a los más pobres, tanto de bienes materiales como espirituales. Michael dejará su casa paterna y se convertirá en un habitante del mundo, de la Iglesia, signo del Reino para sus hermanos, las personas dispersas por todo el mundo”.
Con la Palabra proclamada, el Obispo sureño hizo un llamado a vivir la esencia del cristianismo, “la liturgia de la palabra proclamada en esta celebración sacerdotal nos regala una serie de mensajes relacionados con el amor y la generosidad […] la misión del cristiano es esa: estar alegres, regocijantes, hacer justicia y alabar a Dios. No seríamos auténticos seguidores de Jesús si hacemos lo contrario. Hoy nos encontramos a nuestro alrededor injusticias, violencia, muerte, atentados contra la vida humana y un sinnúmero de situaciones de muerte. Por eso, necesitamos cristianos valientes que transformen esta realidad y solo con el Señor lo podremos alcanzar”.
Y dirigiéndose al que ordenaría diácono minutos más tarde, precisó: “usted Michael llevará a los enfermos y distribuirá entre sus hermanos luego de haberlo recibido con devoción, una comunión que debes cultivar a través de la contemplación eucarística y promoverla entre tus hermanos, necesitamos estar de rodillas ante el Altísimo para luego caminar por los senderos de la vida con la esperanza de un mundo nuevo y mejor […] un diácono es un ministro del Señor para servir a quien necesite de la Palabra y de los sacramentos. […] Usted Michael podrás administrar el sacramento del bautismo y presenciar el sacramento del matrimonio. Hazlo siempre con devoción, amor y paciencia para con los niños y los futuros esposos. No seas un ministro de los sacramentos como un funcionario sino como un pastor celoso por sus ovejas”.
Finalmente, el Obispo Castro precisó que Michael Varela al consagrar su vida al Señor no simplemente hacía una renuncia al amor humano, “muy válido y bendecido por Dios, sino una opción por un estilo de vida diferente, cuya paternidad y conyugalidad, la comparte, desde el amor a Dios, a su Hijo Jesucristo, con todos sus hermanos con alegría y gozo”.