El Chirripó no se impone sólo con su altura sino también por su belleza sin igual, estudiado desde la primaria o secundaria como parte importante de la geografía de nuestro país, el Chirripó parece decirnos que su atracción va más allá de sus paradisiacos paisajes que se convierten en adicción turística para propios y extraños, sino que desde hace 30 años, se volvió en la temible montaña a vencer, en la sinigual competencia de atletismo.
Si hablamos de una carrera competitiva, es fácil pensar en San Gerardo como meta y también como punto de partida; pero, en esta primera entrega, Radio Sinaí 103.9 FM dirige su mirada, su pluma, sus micrófonos, sus equipos y su señal… a un punto de partida muy especial, cuántos nos hemos preguntado la raíz, el por qué nació esta creatura que está a punto de alcanzar sus tres décadas de existencia, en otras palabras: ¿quién y cómo se dio aquel primer banderazo de salida?
Fue así, como viajamos hasta la gran área metropolitana para encontrarnos con don Juan Carlos Crespo, uno de los dueños de la muy conocida Tienda La Gloria; quien visiblemente agradecido con Radio Sinaí por su trayectoria y acercamiento a la carrera, dijo que esta emisora por su trabajo tenaz y heroico de transmisión en plena montaña “ha colaborado para que el evento crezca y se desarrolle”.
El señor Gustavo Arias, uno de los miembros más activos de la actual comisión que organiza la XXX Edición de la Carrera al Chirripó, refiriéndose al señor Crespo, señaló que le debemos dar “gracias a Dios que lo iluminó de ir a las montañas del Chirripó y así crear esta idea”.
Al hablar con don Juan Carlos, comprendimos aquellas sabias palabras de Arias; pues nos dijo: “yo había estado muy activo en la organización de carreras, a raíz de que en 1979 Tienda La Gloria quería hacer una media maratón, desde esa época estaba muy metido en la organización de eventos, inclusive allá en San Gerardo se había formado un grupo de atletismo que se llamaba Alta Montaña, y como yo había empezado a ir al Cerro Chirripó en 1981, había hecho amistad con muchos de esos integrantes del club de atletismo y coordinamos para que vinieran a correr la carrera de La Gloria, vinieron varias veces y se les atendió, la pasamos muy bonito y yo iba varias veces al año al Cerro Chirripó; por otro lado, yo había estado buscando y consiguiendo información de un evento en Estados Unidos, una carrera de campo traviesa de 160 km, yo tenía los reglamentos, tenía todo…, y un día venía bajando con Rafa Fonseca, estábamos en el Cerro y le venía contando que estaba pensando en esa carrera que nunca la hice…, y bajando le dije: esta gente está haciendo competencias de campo traviesa en desierto-nieve-montaña de hasta 160 km, cómo puede ser que nosotros no podamos hacer una carrera al Cerro ida y vuelta, es posible…”, recordó visiblemente emocionado el Señor Juan Carlos Crespo.
Aquella semilla plantada en los verdes y mágicos parajes del Chirripó, se había depositado no sólo como una simple idea sino que llevaba una gran cuota de amor; “definimos algunos propósitos y definimos el espíritu del evento, un evento para elevar la conciencia sobre la conservación de los recursos naturales, en especial del Cerro Chirripó, queríamos que tuviera un impacto positivo en la comunidad y en las comunidades vecinas, que tuviera un aporte importante al parque, elevando así la conciencia de tal manera que el parque se beneficiara, además de ofrecer una oportunidad de convivio entre las personas amantes del montañismo; como lo fue para Gina Polina, Lanzoni y yo, al empezar la historia de quienes practicamos en el Chirripó”, recordó con cierta nostalgia el Señor Crespo.
“Así nace la carrera del Chirripó, uno no se imagina a lo que iba a llegar, pero si se tomaron las acciones para que se llegara a esto, ese primer comité organizador por diez años lo hizo, luego se le entregó a la Asociación de Desarrollo, ahí pues, se sube otro escalafón en la historia de la carrera”, precisó su fundador. Sin embargo; con cierto dolor, señaló el cuidado que se debe tener para evitar aquellos “grupos privados organizadores de eventos deportivos, que en muchos de los casos van a comunidades, entran, producen y se van, y lo que le queda a la comunidad después de ver lo que ha pasado en San Gerardo es, sin sonar despectivo, migajas; con este mensaje lo que quisiera es despertar a las comunidades para que se apropien de esas actividades y eventos, y pongan estas actividades y eventos a producir a favor y a beneficio de las comunidades”, indicó.
Finalmente, el Señor Juan Carlos Crespo no ocultó su sentimiento por aquella montaña que lleva en su corazón; razón por la cual, invitó a todos a participar de esta alucinante experiencia en el punto más alto de Costa Rica, indicando que en nuestro país hemos crecido en la práctica del deporte, pero aconsejando que “hay que tener cuidado con quien se asesoran, pues para hacer un esfuerzo de este tipo, lo puede hacer cualquiera pero con responsabilidad”, afirmó.