La maternidad es un don y una bendición de Dios recibida por muchas mujeres en el mundo. Sin embargo en ocasiones este gran deseo de ser madres se vuelve difícil obtenerlo, y por ello son juzgadas y sometidas a críticas y comentarios negativos por parte de las personas que las rodean, haciendo aún más dolorosa dicha situación. En el mes de las madres y mes de nuestra Madre la Virgen de los Ángeles, les presentamos el testimonio de una mujer que supo superar toda clase de críticas y mediante su fe logró obtener el milagro que tanto anhelaba.
Ivannia Navarro Umaña se casó en el año 1997, en 1998 recibe la alegre noticia de que iba a ser madre. Sin embargo, a los dos meses de gestación tiene un aborto y a su vez los doctores le detectan que tiene una endometriosis indicándole simultáneamente, que las mujeres con esa enfermedad no pueden quedar embarazadas. Por motivo de la endometriosis los doctores deciden operarla, la cual sería su primer cirugía. Luego de realizarle la cirugía le indican que debe someterse a un tratamiento debido a que la endometriosis no tiene cura, a lo que ella con mucho dolor por la noticia, debe acceder.
En el año 2006, los doctores le dan la dolorosa noticia de que se le había detectado un cáncer de ovario, noticia que fue recibida por ella con lágrimas y mucho dolor. “Recuerdo que en ese momento yo me fui para la capillita del Santísimo a pedirle a Jesús Sacramentado, y en lo que yo iba entrando había una imagen del Divino Niño y a su lado yo veo que está una medallita de la Virgen de los Ángeles, pero era tan chiquitita que no sé cómo logré verla mientras yo iba entrando. Entonces me arrodillé y le dije a Jesús Sacramentado y a la Virgen de los Ángeles que yo les pedía primero que todo, que lo que yo tenía no fuera cáncer y segundo que me dieran la oportunidad de ser madre, porque yo quería ser madre pero ya los doctores me habían dicho que me iban a empezar a sacar el ovarios, después las trompas y que finalmente me sacaban el útero, y fue ahí donde les hice mi promesa de realizar la romería” comentó Ivannia.
Según lo habían indicado los médicos, le realizaron la cirugía para extraerle las Trompas de Falopio, en las cuales ubicaron un pequeño tumor. Seguido de dicha cirugía le realizaron otra para extraerle los ovarios, la cual la realizaron de emergencia porque en esa ocasión la endometriosis se encontraba dentro del intestino. Desdichadamente a los seis meses de la cirugía tenía endometriosis nuevamente por lo que debieron operarla una vez más. Para el año 2006 Ivannia ya había sido operada en siete ocasiones y cada una de ellas fue muy dolora debido a que la operaban un año, y al año siguiente ya se encontraba invadida por la enfermedad nuevamente.
Fue ahí donde le comenzaron a realizar un tratamiento de fertilidad mediante pastillas y conforme pasaba el tiempo no lo iba logrando entonces le aumentaban la dosis progresivamente durante un año, hasta que llegó el momento en que el doctor decidió inyectarle una hormona para que quedara embarazada. Ivannia recuerda que realizó con mucha ilusión su viaje hacia el Hospital San Juan de Dios, lugar donde la atendería el médico, sin embargo lo que menos pensaba era que al llegar el doctor le diría que no iba a perder más el tiempo con ella, debido a que tenía un grado tres de infertilidad. Ivannia recuerda que le suplicó al doctor que lo intentaran al menos una vez, a lo que no quiso acceder. El médico le selló sus documentos indicando que le daban de alta respecto a la infertilidad, sin embargo debería continuar en control para seguir tratando la endometriosis. Con gran dolor al no verse apoyada por el médico, ella recuerda que le dijo “doctor yo sé que usted no va a perder más el tiempo conmigo, pero yo estoy segura que Dios me va a ayudar, Él es el médico por excelencia”.
Luego de la cita Ivannia llegó a su casa desanimada, lloró durante una semana y se hizo la idea de que no iba a ser mamá. Cada año que pasaba ella hablaba en sus oraciones con Dios y le decía “Señor aunque yo ya tengo la esperanza perdida, no me hagas perder la fe”.
Ivannia realizó su primera romería en el año 2007 la cual tuvo un significado muy grande en su vida debido a que la realizaba como promesa a la Virgen y a Dios, con el deseo de que ellos le concedieran el milagro de sanarse del cáncer de ovario y de lograr ser madre.
Luego de cinco años Ivania viajó a San José, debido a que sus padres tenían una cita. Durante el camino ella iba muy mal con una gastritis, con un dolor de cabeza y tenía una semana con vómitos. Al llegar a San José sus papás le sugirieron que debía ir a una farmacia a que la valoraran y le dieran algún medicamento. Al realizar la consulta en la farmacia el farmacéutico le indicó que debía realizarse una prueba de embarazo antes de recetarle cualquier medicamento, situación que Ivannia debió aceptar luego de que le insistieran efusivamente y aunque en sus adentros ella estaba convencida que no se encontraba embarazada, debido a su problema de infertilidad. Incluso ella misma nos comenta que solicitó al farmacéutico que le vendieran la prueba más barata para no perder tanto dinero.
Una vez comprada la prueba, Ivania se retira de la farmacia hacia el hotel donde sus padre se hospedaban “cuando llegué me metí al baño y yo leí bien las instrucciones, puse las gotitas de orina y comencé a leer. Decía que si las dos rayitas se resaltaban pues era un embarazo y en lo que yo leí eso, volví a ver la prueba de embarazo y vi las dos rayitas rojas y yo decía Dios mío, seguro estoy leyendo mal, y cada vez las rayitas se ponían más rojas. Entonces yo empecé a gritar desde adentro que yo creía que estaba embarazada. Mis papás tomaron la prueba y nos fuimos a la farmacia, y me dice el muchacho sí señora felicidades está embarazada, y yo daba gracias a Dios y a la Virgen y en eso me descompuse, cuando reaccione se me vino a la mente lo que estaba pasando y no lo podía creer”.
Ivannia tuvo un embarazo exitoso en el año 2012, le realizaron cesárea debido a que la niña venía sentada pero no porque ella no quisiera o no pudiera parir de forma natural. En el 2015 realizó su segunda romería y esa tuvo un significado muy grande porque a pesar de haber tenido que esperar 16 años para lograrlo, Dios y la Virgencita de los Ángeles le habían dado la oportunidad de ser mamá. La romería fue muy difícil debido a que se le abrieron las caderas desde el segundo día en Paso Real, pero cada día que pasaba, a pesar del dolor daba infinitas gracias porque iba cumpliendo la promesa que había hecho ocho años atrás. Actualmente la niña tiene 3 años y medio, es una niña saludable y juguetona.
Ivannia finaliza su testimonio enviando un mensaje de fe y esperanza “Yo lo que más le puedo decir a las parejas que no pueden tener bebés, es que tengan fe, mucha fe en la Virgen de los Ángeles y en Dios, no pierdan la fe porque cuando perdemos la fe se pierde todo. Yo les quiero decir que el tiempo es de Dios no es de nosotros, y siento que mientras le pidamos con fe a Él, no podemos estar en contra de su voluntad. Les doy este testimonio y les digo que nunca pierdan la fe porque yo en algún momento decaí, no voy a decir que no, pero llega el momento en que Dios toca el corazón de uno”.