Este domingo 21 de octubre fue distinto para los fieles marienses en la Zona de los Santos, cuando llegó el día destinado para el segundo gran acontecimiento por estos 70 años de vida diocesana, la creación del primer Santuario Mariano en la Diócesis de San Isidro, dedicado como es evidente, a Nuestra Señora de la Cueva Santa, patrona de esta localidad.
Con los primeros rayos del sol, fervientes fieles emprendieron el peregrinar hasta la casa de la Madre, quien lucía sus mejores galas para recibir a sus hijos y llevarlos a su Hijo Jesús, mientras otros fieles creaban mediante la oración un ambiente propicio de rocogimiento y encuentro.
Minutos antes de las 10 de la mañana, un nutrido grupo, en su mayoría mujeres, buena parte identificadas por su pañueleta color cielo que se confundía con el mismo firmamento, entre cantos y banderines, y acompañados en su caminar por Mons. Juan Miguel Castro Rojas, Obispo de la Diócesis, y el P. Santiago Durán Castro, administrador parroquial, se acercaron con la antiquísima imagen centenaria de Nuestra Señora, que ingresaron hasta el interior del templo.
La Solemne Eucaristía dio inicio con la presencia de un pueblo ferviente que abarrotó el lugar, quienes acompañados por sus pastores elevaron la acción de gracias; la lectura del decreto de creación del Santuario por parte del canciller diocesano, anunció a los presentes la buena noticia: con la creación del Santuario, daba inicio un tiempo de gracia, cuyas responsabilidades le llevarán hasta la asistencia social en pro de los peregrinos, aún obra pendiente, pero también las gracias de la indulgencias que gozarán para las celebraciones marianas del 2 de febrero, 15 de agosto y 8 de diciembre.
Durante la homilía, Mons. Juan Miguel Castro Rojas, dijo: «hoy en el día mundial de las misiones católicas, la Iglesia diocesana se regocija en el Señor […] el Padre, desde la eternidad, pensó en María para enviar a su Hijo a nosotros y luego el Hijo envía a sus apóstoles y discípulos a todo el mundo para anunciar la Buena Noticia. Hoy nos corresponde a nosotros continuar con esta tarea».
Con este impulso misionero, al argumentar la creación del Santuario, el prelado insistió: «el santuario es para encontrarse con el autor de la vida y regresar a nuestra cotidianidad con la intención de vivir lo escuchado y proclamado en este lugar santo […] es necesario un lugar de encuentro con la Madre del Señor, que, así como en una cueva refugió al Señor entre pañales, heno y su corazón amantisimo, nos refugie a todos nosotros y nos lleve ante su Hijo, Jesucristo nuestro Señor».
Al finalizar su homilía, el Obispo Castro pidió a los fieles de Dota y a quienes se unieron por medio de los medios de comunicación, seis peticiones, a saber: «a este santuario mariano, quiero que asistamos con devoción y contemplación amorosa […], quiero que peregrinemos con confianza, oración, sacrificio y súplica por las necesidades personales, comunitarias, del Papa, del Obispo, de quienes habitamos esta diócesis de San Isidro».
Y prosiguió, «quiero que los peregrinos reciban el amor cordial de sus hermanos que residen en esta parroquia […], quiero que los peregrinos encuentren el hogar de Nazareth, la casa de Betania, el Cenáculo de la última cena, la Jerusalén celestial […], quiero que todos los días se rece el Santo Rosario por las intenciones del Papa, de su Obispo y de todos los hijos de la Diócesis […], y quiero que se viva muy intensamente la Adoración Eucarística.»
Tras la homilía, tuvo lugar la coronación canónica de la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Cueva Santa que se venera en este Santuario, rito litúrgico usado para resaltar la devoción por una advocación mariana y que, consiste en la imposición de una corona a la imagen, pero que según enseña la Iglesia, «comporta un proceso en el que hay que demostrar que la imagen haya movido desde muchos años, una veneración sincera a la Madre de Dios por medio de ese signo que es la imagen»,así como toda una prepración y viviencia litúrgica y espiritual.
Al finalizar la Eucaristía, se realizó una procesión eucarística dentro del templo, esto debido a la lluvia que hacía reavivar los fértiles campos de este bendito valle de Dota. Y así, tras la lectura del decreto correspondiente, se dio a conocer oficialmente al Padre Santiago Durán Castro como el primer rector de este Santuario Mariano, noticia que fue acogida por el unísono y caluroso aplauso de los presentes. Que nuestra oración y vivencia de comunidad, sea la mejor forma de agradecer a Dios por este don recibido.