Con la alegría propia de los habitantes de Golfito, la mañana de este sábado 7 de mayo, se vivió el cuarto día de la novena en honor a San Isidro Labrador, dedicada en esta oportunidad, a orar por el sector pesquero; muy de mañana, bajo el calor ardiente de esta pintoresca zona de nuestra Diócesis, un buen número de fieles se congregó en el muelle del Pueblo Civil, mientras con cantos, danzas y alegría alababan el nombre de Dios, mientras daban testimonio de su fe y de su esperanza.
Al ser las 10:00 am, Mons. Juan Miguel Castro Rojas arribó a dicho lugar, donde fue acogido con gran regocijo por los presentes, quienes desde sus lanchas o desde el mismo muelle, participaron gozosos y atentos de la celebración Eucarística. En este contexto previo, el alcalde de la localidad, el Lic. Freiner Lara Blanco, dirigió un mensaje, » agradezco la presencia del Obispo, sabemos de la enorme problemática que vive del sector pesquero y toda la gente que vive del mar, día a día se les restringe más los espacios para realizar su actividad, sin políticas verdaderas para ayudar a este sector; estamos de acuerdo que el recurso debemos cuidarlo, pero no se está atendiendo la realidad que vive nuestra zona, estamos de acuerdo con el control pero no con la limitación», dijo. Además, aprovechó para hacer un llamado a las nuevas autoridades a que vuelvan la mirada a la zona, e instó a los presentes a pedirle a Dios la sabiduría para las autoridades de INCOPESCA y de todo este sector.
Por su parte, al inicio de la Eucaristía, Mons. Juan Miguel Castro, recordó a San Isidro, como el santo que «nos identifica con esta gente humilde, sencilla, honrada y trabajadora; por eso, he querido reunirme con este grupo de campesinos, bendecirlos, animarlos y motivarlos. Por tanto, mi admiración inmensa por todos ustedes».
Durante la homilía, pronunciada luego de la lectura del Evangelio que hablaba precisamente de un pasaje a la orilla del Lago de Galilea, mientras el Obispo miraba el Golfo, señaló: «la situación de ustedes es la misma situación que viven todos los campesinos, en medio de las situaciones debemos de tener esperanza, la Palabra nos habla de pescado y del lago, el ambiente en que se desarrolló la vida de los discípulos fue este mismo, y ahí vino Jesús a llamarlos, llamarlos para que lo acompañarán, para que estuvieran con Él, y para que fueran testigos de sus misiones y grandezas realizadas por Jesús».
«Ustedes saben muy bien el día, la hora y el lugar para poder pescar, los discípulos que son los que saben, salieron a pescar y no pescaron nada, pero obedecen a Jesús en contra de lo que ellos sabían y practicaban, le hacen caso a Jesús, y miren cuál fue el resultado de escuchar la palabra, pescaron tanto que tuvieron que pedir ayuda. ¡Qué enseñanza! Cuando escuchamos la voz del Señor y atendemos con fidelidad, cuando seguimos su camino, grandes bendiciones vamos a tener», indicó el prelado.
Seguidamente, con voz pausada y directa, hizo un vehemente llamado y exhortación: «créanme, cada vez que pueda llevar una palabra que pueda ser escuchada por otros que son los responsables, que vuelvan la mirada a las actividades, siempre lo voy hacer; el día de la patronal, después de escuchar a todos los campesinos, diré una palabra para que los responsables puedan ser sensibles. Pero, en medio de todo el dolor que puedan estar pasando, en medio de todo tengan esperanza, Dios les escucha, no abran la puerta a negocios oscuros y equivocados, porque eso les lleva a situaciones más complicadas para la vida de ustedes, de sus familias y del cantón, sean personas humildes y sencillas, personas llenas de amor, personas rectas, fieles y solidarias. Invoquemos la presencia de Dios, a eso vengo, a invocar con ustedes a Dios, para que Dios les proteja, les anime y les llene de lo mejor», indicó el Obispo de la región.
Al finalizar la celebración, se procedió a bendecir las lanchas y botes, para luego realizar un recorrido por el Golfo, momento propicio para conocer un poco la realidad del mar e intercambiar pláticas sobre los retos, miedos y sueños de quienes viven día a día de esta actividad comercial. Así, mientras viajábamos en una lancha pesquera, Don Edwin Umaña González, capitán de la zona con más 30 años de experiencia, comento a Radio Sinaí 103.9 FM lo difícil que es vivir del mar, «hay muchas trabas, se ha puesto difícil, es bastante complicado, pero ahí vamos, en la lucha, poco a poco, procuramos todos los días pulsearla».
Así mismo, nos contó Umaña, cómo estas pequeñas embarcaciones se internan por más de 15 días en el mar, portando «unos doscientos sacos de hielo, tres mil litros de combustible, artículos de pesca, y comida para cuatro personas». Entre las anécdotas que le deja el mar, está su viaje a Colombia de casi un mes, y el naufragio vivido hace algunos años, cuando estuvo «cerca de mes y medio varado, y como durante 18 días no tenían que comer, llegaron hasta consumir sus propios orines y tomar sangre de tortuga, 18 días sin agua ni comida, gracias a Dios nos encontró un barco chino cerca de la Isla del Coco y nos rescataron», indicó.
Finalmente, Umaña hizo un llamado, «nos gustaría que las autoridades nos ayuden, que tengan conciencia de lo que están haciendo cuando nos piden tantos requisitos y no ven la crisis que hay aquí, el gobierno se ha olvidado de nosotros». La actividad del día, concluyó con la visita del señor Obispo a distintos locales, donde bendijo los productos y a los trabajadores.